¿Qué es?
El agracejo (Berberis vulgaris), es un arbusto espinoso del género Berberidaceae de hasta 2 metros de altura. Sus hojas son denticuladas y las flores en racimos son de color amarillo intenso. El fruto de esta planta es una baya redonda y oblonga que al madurar toma un color rojizo, comestible, pero muy ácido.
Esta baya se usa algunos países como fruta agria y refrescante, en guisos de pollo, arroces, como aderezo y hasta en postres. Se ha utilizado con fines medicinales en muchas partes del mundo.

Historia y origen
Se cree que el agracejo se originó en Japón. Se cosecha principalmente en Irán; pero también se cultiva en el noroeste de África, varias regiones de Europa, Estados Unidos y Canadá.
El agracejo ya no es una planta tan común como lo fue antes, debido a que alberga un hongo que produce la roya, enfermedad que afecta principalmente al trigo. Se dice que la roya transportada por estas plantas provocó hambrunas en España durante el siglo X.
Según una leyenda italiana, el agracejo se encontraba entre las plantas espinosas que formaban la corona de espinas de Cristo.
Propiedades y beneficios
Los usos medicinales de Berberis vulgaris en la medicina china se remontan a hace más de 3000 años y en algunos otros países a hace más de 2500 años.
Los agracejos son muy nutritivos, ricos en carbohidratos y fibra. Poseen un alto contenido de vitamina C, vitaminas del complejo B y minerales. La berberina en el agracejo puede ser eficaz para la salud, ya que contiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.
Se ha utilizado para tratar la diarrea, puede calmar dolores gástricos y son excelentes para enfermedades del hígado como ictericia y hepatitis.
Usos en la cocina
El agracejo es muy utilizado en la cocina iraní para la preparación de recetas con arroz y rellenos para pollo así como para impartir cierta acidez a algunas sopas. Las hojas del agracejo son utilizadas en algunas partes de Gran Bretaña como hierba culinaria. En la India las bayas son utilizadas para adornar postres.
Se usan tanto en platos dulces como salados. Dan un toque agrio a bollos, pasteles de sémola y muffins. Ideales en recetas de arroz, guisos de pollo y carnes. También se usa para hacer mermeladas, gelatinas y jaleas.
Se pueden encontrar agracejos secos en supermercados internacionales o tiendas especializadas.
Antes de comenzar a cocinar, debes rehidratarlos remojando en agua fría durante 15 minutos.
El agracejo seco puede durar aproximadamente 1 año si lo almacenas adecuadamente.