¿Qué es?
El albaricoque (Prunus armeniaca), es una planta perenne perteneciente a la familia de las rosáceas, que incluye más de 2000 especies, como la cereza, el melocotón y la ciruela.
Es un árbol de tamaño pequeño a mediano, que tiene una copa densa y ramas delgadas y ligeramente retorcidas. Las hojas del albaricoque son alternas y tienen forma de corazón, con puntas afiladas y miden unos ocho centímetros de largo y entre 3 y 4 centímetros de ancho. Sus flores tienen el cáliz rojo y son de color blanco a rosado.
La fruta del albaricoque es similar a un melocotón o nectarina, redonda a ligeramente oblonga, con un tamaño medio comprendido entre los 5 y 9 centímetros de diámetro y su color va desde un amarillo pálido a un naranja quemado intenso, y a veces con matices rojos; el color de la pulpa varía de un color crema dorado a un naranja brillante. La superficie de la fruta es suave y aterciopelada, y la pulpa suave, jugosa, tierna y dulce, con un poco de acidez al final. El sabor a menudo se describe como algo entre un melocotón y una ciruela.
Los albaricoques se clasifican como frutas con hueso o drupas. Tiene una sola semilla ósea de forma ovoide, que se asemeja a una almendra. Esta almendra tiene un sabor amargo y no es comestible, incluso en algunas variedades son venenosas.
Existen diferentes variedades de albaricoques, similares en sabor pero que varían en tamaño y color, además, se han producido híbridos muy apreciados.
Entre las principales variedades tenemos; Bulida, Nancy, Canino, Paviot, Currot, Galta roja, Ginesta, Mitger.
Los albaricoques son excelentes como fruta para comer frescos, secos o enlatados. Se pueden usar en postres, en jugos y también en combinaciones saladas como las salsas que acompañan a las carnes rojas.
Historia y origen
Se cree que el albaricoque es una planta originaria del noreste de China en la frontera con Rusia, y su origen se remonta a 3000 años antes de Cristo, aunque su nombre botánico completo, Prunus armeniaca, hace una referencia a Armenia, de donde los antiguos griegos creían que provenía el albaricoque. Desde China, el albaricoque se extendió hacia el norte de la India, hasta el Punjab y el Tíbet. De Persia pasó a Europa. En Roma este fruto no se consumía hasta el siglo I y llegó a Grecia durante las campañas de Alejandro Magno. Los árabes fueron los responsables de su difusión.
Mientras que los colonos ingleses trajeron el albaricoque a las colonias inglesas en el Nuevo Mundo, la mayor parte de la producción estadounidense moderna de albaricoques proviene de las plántulas llevadas a la costa oeste por los misioneros españoles.
En la actualidad entre los principales países productores están Turquía, Irán, Argelia, Italia, España, Pakistán, Francia.
Usos en la cocina
Los albaricoques se pueden comer tanto crudos como cocinados, y en todo tipo de platos, desde aperitivos hasta postres. Se pueden hacer a la parrilla, hornear, en mermeladas, helados, puré, o en salsas y aderezos para ensaladas, también en la preparación de pasteles, tartas, galletas, etc. Incluso se utilizan para dar sabor a licores como el brandy de albaricoque. Además por su naturaleza perecedera son muy populares para enlatar y hacer mermeladas y conservas.
Compra y almacenamiento
Los albaricoques frescos están disponibles en los departamentos de frutas y verduras de los supermercados y en los mercados de agricultores. La mayoría de los albaricoques frescos se recolectan cuando aún están firmes para reducir los daños causados por el envío.
Al momento de comprar albaricoques, compres frutas demasiado verdes y evita los que están magullados o blandos.
Los albaricoques verdes seguirán madurando si se dejan a temperatura ambiente en una bolsa de papel, lejos de la luz solar. Verifica el progreso de maduración con frecuencia, ya que se deterioran rápidamente. Una vez maduros, guárdalos por muy pocos días en el refrigerador y cuando los almacenes, no los apiles ya que se magullan fácilmente. Los albaricoques secos deben almacenarse en el refrigerador, donde durarán hasta 6 meses.
Propiedades y beneficios
Históricamente, han jugado un papel importante en la medicina china, donde se cree que regeneran y desintoxican el cuerpo.
El albaricoque es una excelente fruta para la salud del cuerpo y la piel, muy digestivo, bajo en calorías y con un notable índice de saciedad.
Los albaricoques frescos y secos son ricos en vitamina A, vitamina C y fibra dietética. Los albaricoques secos son una buena fuente de calcio, cobre, niacina y hierro.
Previenen la formación de radicales libres, aumentan las defensas inmunitarias, estimulan el apetito, son útiles en caso de anemia, fatiga, depresión. La fruta fresca es astringente, mientras que la seca es laxante.
Valor nutricional x 100g
- Energía 48 kcal
- Carbohidratos 11g
- Azúcares 9g
- Fibra 2g
- Grasas 0.4g
- Proteínas 1.4g
- Agua 86g
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