¿Qué es?
La coliflor (Brassica oleracea var. botrytis) forma parte de las crucíferas. Es un miembro de la familia de la mostaza, junto con sus conocidos brócoli, coles de Bruselas, col rizada y rábanos.
Esta planta herbácea se caracteriza por una inflorescencia, denominada «cabeza» o «cogollo» (la parte comestible de la verdura) y dependiendo de la variedad puede ser de diferentes colores y formas. Estas inflorescencias son un estado pre-floral, ya que si la planta no es recolectada, el cogollo crece en longitud y se descompacta, perdiendo firmeza y amarilleando, para al final abrir las flores que son de color amarillo.
De forma similar a un árbol clásico, los racimos brotan de tallos unidos a un singular tronco blanco central. Los tallos y el tronco son firmes y tiernos y las flores tienen una textura densa pero suave y quebradiza. Su sabor es suave y sutilmente dulce. La coliflor entera, sus hojas, tronco, tallos y floretes son comestibles.
Esta verdura es conocida por el olor no precisamente agradable que emana al cocinar, debido a la presencia de algunas sustancias que, a altas temperaturas, se convierten en gas.
Además del período de cosecha, las coliflores también se pueden distinguir por su color. La más común es la coliflor blanca, la de hojas verdes, que estamos acostumbrados a encontrar en los puestos del mercado. Su color blanco se debe a que los agricultores unen por encima de la mata las hojas que la rodean, impidiendo así la entrada del sol e inhibiendo el desarrollo de la clorofila, pigmento que les confiere su color verde.
Pero también hay otras variedades:
Coliflor verde: Se mantiene verde porque sus hojas no se cierran por completo. Por esta razón, desarrolla clorofila, una sustancia muy importante para la producción de hemoglobina.
La coliflor amarilla: Es rica en betacaroteno. Este importante antioxidante es especialmente útil para la salud de los ojos y la piel.
La coliflor morada: También conocida como Violeta de Sicilia, es rica en carotenoides y antocianinas, que cumplen la función de antioxidantes. Es precisamente a las antocianinas a las que debe su color púrpura. Sin embargo, su peculiar color desaparece con la cocción y da lugar a un tono amarillo verdoso.
La coliflor romanesco: Es la más singular, con sus floretes verdes y puntiagudos que se parecen más a una suculenta que a una verdura. Al contrario de lo que se dice, no es un híbrido entre brócoli y coliflor, es una variedad de coliflor italiana.
Consumida en todo el mundo, la mayor parte de la coliflor se cultiva en China y en la India.
Historia y origen
La coliflor es originaria del Mediterráneo oriental, concretamente de las regiones del Asia Menor, Líbano y Siria. Esta verdura es muy antigua, hay evidencias arqueológicas que muestran que era cultivada por los egipcios en el siglo IV a.C. No obstante, su expansión a otros continentes no se dio hasta el siglo XVIII, cuando su cultivo se extendió.
En la Antigüedad no era consumida como alimento. Se utilizaba para tratar algunas enfermedades como el dolor de cabeza o la diarrea.
Consumida en todo el mundo, a mayor parte de la coliflor se cultiva en China, la India, Estados Unidos, Francia e Italia.
Propiedades y beneficios
La coliflor es una mina de nutrientes que la hacen valiosa para la salud. Es una verdura rica en sales minerales, en particular contiene potasio, hierro, sodio y magnesio. No le faltan vitaminas importantes, como la vitamina A, C y algunas vitaminas del grupo B.
Las coliflores son verduras con muy poca grasa, pero con un excelente contenido en fibra que favorecen el buen funcionamiento del sistema digestivo, contrarrestando el estreñimiento. Gracias a la gran cantidad de fibras que contiene, es un excelente alimento para quienes quieren mantener a raya el azúcar y el colesterol en sangre. También son excelentes antiinflamatorios.
Son ricas en proteínas que, junto con la vitamina C, fortalecen el sistema inmunológico y finalmente, el consumo de esta verdura puede ayudar a combatir la hipertensión, gracias a la presencia de algunos aminoácidos, como el ácido glutámico.
Valores nutricionales x 100 gr.
- Energía 27 kcal
- Carbohidratos 6.2 g
- Azúcares 2.6 g
- Fibra 3.6 g
- Grasas 0.1 g
- Proteínas 1.7 g
Usos en la cocina
La coliflor es una verdura extremadamente versátil: puedes hervirla, cocinarla al vapor, en una sartén, rebozarla, la puedes gratinar, usarla como ingrediente para sopas o hacer excelentes pastas y risottos. También la puedes transformar en deliciosas albóndigas, hamburguesas vegetarianas e incluso panqueques.
Es una verdura ideal para conservar en vinagre. La coliflor cruda a menudo se combina con salsas cremosas y es una adición popular a una fuente de vegetales crudos, dejando así intacto su contenido de vitamina C.
Uno de los platos más populares es gratinada al horno, pero también se puede saltear en una sartén después de haberla hervido ligeramente y sazonarla con ajo y diversas especias.
Para evitar las frituras también puedes empanizarla y luego hornearla.
Ya sea que se cocine o se coma cruda, la coliflor generalmente se corta en floretes. Se quitan las hojas externas, que se pueden cortar y agregar a un salteado o sopa. El corazón a menudo se quita y se desecha, pero es tan comestible y sabroso como los floretes. Siéntete libre de picarlo y cocinar esos trozos junto con los floretes, especialmente si vas a preparar cualquier tipo de sopa de coliflor. También se puede asar toda la cabeza de coliflor para una presentación impresionante.
Sin embargo, recuerda que la cocción prolongada reduce el contenido de glucosinolatos, vitaminas sensibles al calor y sales minerales. Por tanto, para disfrutar plenamente de sus beneficios, sería preferible cocinarla en un poco de agua o al vapor.
Tips
- No muchos saben que en el agua en la que se cuece la coliflor existen muchas propiedades nutricionales útiles para el bienestar general del organismo. Un truco para aprovecharlo su agua de cocción es utilizarla como caldo de verduras o en la preparación de otros platos, como el risotto o como agua de cocción para pastas, o como condimento para otras verduras.
- Para reducir el mal olor que surge al cocinar coliflor, puedes colocar una rebanada de pan duro empapado en vinagre sobre la tapa, o hervir una papa en la misma agua.
Encontrarás coliflor en casi cualquier mercado en cualquier época del año, debido a que existen multitud de variedades adaptadas a distintas épocas y climas y es una verdura relativamente económica. Se vende fresca por cabeza completa y como floretes precortados y envasados, tanto frescos como congelados.
Cuando vayas a comprar esta verdura busca cabezas blancas o de color crema que se sientan pesadas para su tamaño. Las hojas verdes con nervaduras profundas que envuelven la cabeza de la coliflor deben verse frescas, no marchitas, amarillentas o secas.
Mantén la coliflor envuelta sin apretar en plástico en el refrigerador, si está fresca durará hasta dos semanas. También puedes cortar en floretes y guardarlos sellados en una bolsa de plástico en el refrigerador. Para un almacenamiento más prolongado, es mejor blanquear y congelar los floretes.