Corta la cebolla, la zanahoria y el calabacín en cubos pequeños.
Limpia las gambas, quítales la piel y la cabeza.
En una bandeja para hornear, pon una capa de papel para hornear y sobre ella vas a echar el arroz blanco bien esparcido por toda la superficie.
Mete al horno, precalentado a 150 grados y deja que se cocina por 25-30 minutos.
Transcurrido ese tiempo retira del horno.
Mientras se va haciendo el arroz puedes ir preparando la salsa del ku bak.
Calienta un wok a fuego medio, ponle aceite vegetal y saltea primero la cebolla.
Luego agrega la zanahoria y el calabacín.
Mezcla bien.
Agrega las gambas y salteado por 2 o 3 minutos más.
En un vaso mezcla el caldo de pollo con la cucharada de harina.
Incorpora el caldo, la salsa de soja y la salsa de otras al wok con la verduras y las gambas.
Agrega sal al gusto de ser necesario, pero recuerda que ya le pusiste soja, que tiene su propio toque salada.
En otra sartén grande pon abundante aceite y fríe el arroz recién sacado del horno.
Revuélvelo constantemente y cocina hasta que el grano se dore ligeramente y se infle. En este momento lo vas a retirar.
Ponlo en un plato con papel absorbente para quitarle el exceso de aceite.
El siguiente paso es simplemente mezclar en el wok el arroz que freíste junto con la salsa.
Revuelve muy bien.
Listo, ya tienes el ku bak para comer, bien caliente y delicioso.