En un bol grande coloca la carne picada, incorpora el ajo, la sal y las especias, pimienta, orégano y el perejil. Añade un huevo y el pan rallado, mezcla y amasa bien para que se integren todos los ingredientes.
Para dar forma a las albóndigas, toma porciones de carne y dale forma redonda con las mano.
Seguidamente coloca un poco de harina en un plato y pasa las albóndigas por la harina hasta que estén cubiertas por todos sus lados, sacude un poco, para retirar el exceso.
En una cazuela o sartén grande donde quepan las albóndigas, añade un chorrete de aceite y sofríe la cebolla a fuego suave, por unos 7 a 10 minutos o hasta que esté transparente. Retira la cebolla y reserva.
Añade más aceite si fuese necesario y sofríe las albóndigas, moviendo hasta que estén doradas por todos sus lados.
Devuelve la cebolla a la cazuela y vierte el tomate triturado, remueve y una vez comience a hervir, baja el fuego, tapa y cocina por unos 40 o 50 minutos. Remueve de vez en cuando para asegurarte de que no se peguen. Si la salsa te parece ácida, agrega un poquito de azúcar.
Pasados unos 40 minutos, prueba la salsa por si es necesario añadir sal. Deja cocinar 5 o 10 minutos más, retira del fuego y deja reposar un par de minutos.