¿Qué es?
La calabaza es el fruto de una planta perteneciente a la familia de las cucurbitáceas, a la que también pertenece el calabacín, el pepino, así como la sandía y el melón.
La planta es una herbácea anual, rastrera, con tallos largos de forma variable, cilíndrica o angulosa, con pelos en la superficie y provistos de zarcillos. Tiene hojas de tamaño considerable, lobuladas y acorazonadas, con una ligera pelusa en su superficie y manchas blancas en el interior de los nervios. Las flores son grandes, llamativas y bonitas con una coloración de pétalos amarillo anaranjado y con forma de trompeta. La flor de calabaza es comestible, todo un manjar.
El fruto botánicamente es una baya, de forma generalmente esférica o alargada, corteza dura y una pulpa de color amarillo anaranjado, textura firme y un sabor ligeramente insípido, relleno de semillas comestibles de forma oval convexa y pulpa blanca . Sin embargo, de acuerdo a la variedad, la calabaza presenta formas, tamaños, colores y texturas muy diferentes.
Desde el punto de vista gastronómico la calabaza se utiliza habitualmente en la cocina de diferentes culturas, es muy versátil en la cocina, prestándose perfectamente a numerosas recetas. Además de la pulpa, también se comen las semillas y en algunas regiones asiáticas se utilizan para obtener aceite comestible.
Algunos de los cultivos de la calabaza son utilizados como alimento para el ganado.
Variedades
Existen más de 150 variedades de calabazas en el mundo, con diferentes formas, colores y tamaños. Entre las más conocidas se encuentran:
Cucúrbita máxima o Calabaza común: La clásica de Halloween. De fruto grande, redondeada y achatada, piel naranja dura, lisa o ligeramente rugosa. Pulpa amarilla o naranja de sabor ligeramente dulce. Se usa para hacer cremas, purés, guisos y estofados.
Calabaza violín: También conocida como butternut o cacahuete o squash en inglés. De forma alargada, lisa y con una base más ancha. De color verde o naranja y una pulpa naranja, firme y ligeramente dulce. Una de las más versátiles a la hora de cocinar, se puede preparar de muchas formas: frita, gratinada, cocida o asada.
Calabaza potimarrón o Hokkaido: No es muy grande y su forma es ligeramente parecida a una pera. De piel color anaranjado intenso y pulpa de color naranja con sabor dulce. Queda estupenda asada, gratinada, en purés o cremas e incluso, en repostería. Es una calabaza típica de invierno, muy popular en Francia.
Calabaza dulce de horno: Parecida a la máxima pero más rústica, pequeña y de forma más alargada. La piel es rugosa, gruesa, muy dura y de color anaranjado. Como su nombre indica, tiene un sabor dulce. Se cocina sobre todo asada y también es perfecta para usar en repostería, smoothies, batidos, etc. Es una calabaza típica de invierno.
Calabaza totanera: Redondeada y achatada, puede alcanzar un gran tamaño. Piel gruesa de color verde oscuro, con verrugas irregulares. La pulpa puede ser color naranja intenso o amarillento. Muy apreciada en guisos y potajes.
Calabaza espagueti: Llamada así por su pulpa filamentosa. Es cilíndrica y chata, de color amarillento muy pálido tanto en la piel como en la pulpa. La forma típica de cocinarla es entera o por mitades, para sacar esa pulpa en forma de filamentos gruesos, con el aspecto de fideos o espaguetis.
Calabaza gris: Parecida a la totanera pero de color gris, con la piel lisa y surcos que la recorren de un extremo a otro. La pulpa es firme y densa y de color amarillento o naranja. Tiene un sabor suave y es de carne jugosa. Muy versátil, se puede asar, hervir, guisar, freír, hacer puré, etc.
Calabaza Bonetera o Pattison: Con forma de boina, plana, achatada y pequeña. De color blanco, verde o anaranjado. Se puede consumir con piel. También se usa como decoración.
Hay calabazas pertenecientes a otros géneros que no son comestibles y se cultivan con fines ornamentales, como Lagenaria vulgaris.
Historia y origen
El origen de la calabaza es incierto, hay fuentes que indican que es nativa de América, otras de Asia e incluso de África.
Fue conocida y cultivada por los egipcios, los romanos, los árabes y los griegos no sólo con fines alimentarios, también era utilizada para la elaboración de cuencos, después de vaciar su pulpa.
La calabaza no siempre gozó de buen prestigio, en una época pasada era considerada alimento de campesinos y de la clase baja. Sin embargo, las largas hambrunas hicieron que cayeran los prejuicios y con el tiempo empezaron a ser apreciadas incluso por las clases sociales más acomodadas.
En algunos lugares la calabaza también es la protagonista indiscutible de la celebración de Halloween. Generalmente se ahueca y talla para usarla como linterna.
Usos en la cocina
La pulpa de la calabaza se consume como verdura, cocida, frita, gratinada, en purés. Es un excelente acompañamiento para carnes y un ingrediente para tartas y galletas.
Las hojas y las flores también se consumen como hortalizas.
Las semillas de la calabaza son muy apreciadas, no sólo por su agradable sabor, sino también por sus propiedades nutricionales.
De las semillas también se obtiene un aceite, útil no sólo en cocina sino también en cosmética.
Compra y almacenamiento
La calabaza se puede conseguir durante todo el año, en mercados, supermercados y fruterías. Al comprar una calabaza entera, elige un ejemplar que esté maduro, con la corteza firme y dura, y que al cogerla resulte pesada. Evita las que presenten golpes o la corteza blanda. Si compras la calabaza ya cortada en trozos, presta atención a la superficie que no debe estar demasiado seca ni demasiado madura, mientras que las semillas deben estar húmedas y resbaladizas.
Si has comprado una calabaza entera, puedes conservarla durante meses, siempre que sea en un ambiente fresco y seco. Si la compraste en trozos, debes conservarla en el frigorífico, envuelta en film transparente y consumirla en un tiempo máximo de una semana.
Si quieres consumir calabaza durante todo el año, puedes congelarla y es mejor si primero la hierves o cueces al vapor.
Propiedades y beneficios
La calabaza no sólo es un alimento versátil sino que también ofrece numerosos beneficios para la salud. Es una buena fuente de vitaminas y minerales esenciales, como vitamina A, vitamina C, vitamina E, vitaminas del grupo B tales con la B1, B2, B3 y B6, magnesio, cobre, hierro, potasio y folato.
Tiene un alto componente de agua y bajo contenido de grasas e hidratos de carbono, lo cual la convierte en un alimento de bajo aporte calórico, ayudando en dietas de adelgazamiento.
Los carotenoides presentes en la calabaza tienen propiedades antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres y ayudan a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Además refuerza nuestras defensas. Es una buena fuente de fibra, importante para la salud digestiva. Beneficia nuestra salud ocular gracias a la vitamina A, y ayuda a prevenir enfermedades renales.
Las semillas de calabaza también poseen grandes propiedades. Tienen una importante eficacia antiséptica, antifúngica y antiviral. Promueven el sueño, ya que contienen triptófano, sustancia implicada en la producción de serotonina.
Por último, el aceite de semilla de calabaza tiene propiedades antiinflamatorias, especialmente en casos de artritis.
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