Saca el máximo sabor con los mejillones en salsa de la abuela. Consejos expertos y acompañantes perfectos para un platillo marino inolvidableLos mejillones en salsa de la abuela son más que una simple receta; son un viaje al pasado, una tradición culinaria que evoca recuerdos de la cocina casera y familiar. Si sientes pasión por los mariscos, esta versión tradicional de preparar mejillones te cautivará.
La magia de esta receta radica en su simplicidad, combinando el sabor profundo y salino de los mejillones frescos con esa salsa especial que solo las abuelas saben hacer. Con ingredientes sencillos y un toque casero, estos mejillones en salsa se convierten en un plato inolvidable.
Ideales para servir como aperitivo en reuniones familiares o como la estrella en una cena especial, los mejillones en salsa de la abuela nunca pasan de moda. Además de ser deliciosos, son una opción nutritiva y saludable. Así que, si estás buscando revivir esos momentos junto a la cocina de tu abuela o simplemente explorar nuevas formas de disfrutar mariscos, esta receta es la elección perfecta.
¡Descubre el auténtico sabor de los mejillones en salsa de la abuela y déjate llevar por sus encantos culinarios!

Mejillones en salsa de la abuela caseros y fáciles
Ingredientes
- 1 ½ kg de mejillones
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 2 dientes de ajo
- ½ vasito de agua
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de harina
- 125 gr de tomate frito
- 150 ml de vino blanco
- aceite de oliva virgen extra
- sal al gusto
- pimienta al gusto
- 1 rama de perejil fresco
Elaboración paso a paso
- Primero que todo limpiamos bien los mejillones. Raspa las cáscaras para eliminar las partes duras calcáreas de color blanco y quita las barbas tirando fuertemente con un cuchillo. Lava con abundante agua corriente para quitar toda la suciedad.
- En una cazuela coloca los mejillones ya limpios y vierte medio vasito de agua y 1 hoja de laurel. Tapa y deja cocinar hasta que los mejillones se abran, apaga el fuego. Cuela los mejillones y reserva el caldo que se ha producido. Quita la concha vacía de los mejillones y reserva.
- Pica la cebolla y el pimiento en pequeños cuadritos y el ajo finamente.
- Coloca a fuego medio una sartén grande, vierte un chorrito de aceite de oliva, agrega la cebolla, el pimiento verde, los ajos picados y deja cocinar por unos 4 minutos, hasta marchitar.
- Seguidamente añade una cucharada de harina, el tomate frito, rehoga bien e incorpora el vino blanco. Cocina por 3 minutos para que se evapore el alcohol y vierte el caldo de la cocción de los mejillones. Remueve bien para evitar grumos. Cocina 8-10 minutos.
- Agrega los mejillones y cocina 3-4 minutos para que se impregnen los sabores.
- Prueba la salsa y si es necesario agrega sal y pimienta.
- Retira del fuego. Agrega perejil picado.
- Sirve los mejillones calientes con la salsa por encima.
Consejos para lograr unos mejillones en salsa de la abuela perfectos
- Toque picante: Si eres de aquellos que adoran una chispa de sabor picante en sus platos, incorpora guindilla o pimentón picante al gusto. Recuerda que menos es más, así que añade poco a poco hasta alcanzar el nivel de picante deseado.
- Conservación: Para mantener la frescura y el sabor de tus mejillones en salsa, es fundamental almacenarlos correctamente. Una vez hayas terminado de prepararlos, guárdalos en un recipiente hermético en el refrigerador. Así, asegurarás que conserven todas sus propiedades y su delicioso sabor. Eso sí, no olvides consumirlos dentro de los dos días siguientes a su preparación.
- Selección y compra de mejillones: Para disfrutar realmente de este platillo, es crucial comenzar con ingredientes de calidad. Al comprar mejillones, asegúrate de que estén frescos. Evita aquellos con conchas rotas. También es importante que desprendan un olor fresco y a mar; si huelen demasiado fuerte o tienen un aroma amoniacal, es mejor no consumirlos.
Acompañantes ideales para tus mejillones
Los mejillones en salsa de la abuela son el protagonista de cualquier mesa, pero para complementar y realzar su sabor, te sugerimos algunos acompañantes:
- Pan crujiente: Nada mejor que un buen trozo de pan crujiente para sumergir en la deliciosa salsa.
- Ensalada verde fresca: La frescura y la simplicidad de una ensalada verde son el contrapunto perfecto para los sabores intensos de los mejillones.
- Vino blanco: Un buen vino blanco frío potenciará el sabor de los mejillones y creará una experiencia gastronómica inolvidable.
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