¿Qué es?
La chirivía, (Pastinaca sativa) es una planta bienal que generalmente se cultiva como anual, perteneciente a la familia Apiacieae, que comprende plantas como el perejil y la zanahoria y que se cultiva por su raíz primaria comestible.
Esta planta puede crecer hasta 1.5 m de altura. El tallo floral se desarrolla en el segundo año, es peludo, acanalado, hueco y poco ramificado. Las hojas inferiores tienen tallos cortos, las superiores no tienen tallo y las hojas terminales tienen tres lóbulos. Las flores están en una umbela suelta y compuesta que mide de 10 a 20 cm de diámetro, son de color amarillo y se componen de cinco pétalos que se enroscan hacia adentro.
Su raíz carnosa, larga, de hasta 80 cm se parece a las zanahorias, pero con la piel y la pulpa de color crema, y un sabor más dulce, con un toque terroso a nuez.
Las chirivías generalmente se cocinan, pero también se pueden comer crudas.
Variedades
Entre las principales variedades de chirivías tenemos:
Guernsey: Originaria de Francia, raíz larga, lisa y estrecha, con un maravilloso sabor a nuez. Es considerada una de las más deliciosas.
Larga de corona hueca: Las raíces gruesas y semilargas, tienen un sabor muy dulce.
Redonda temprana: Como su nombre lo indica es redondeada, piel suave y tiene un sabor particularmente fino y delicado.
Historia y origen
La chirivía es originaria de Eurasia, donde siempre se ha utilizado como verdura en la alimentación diaria. Los romanos y griegos fueron los primeros en cultivarlas, aunque existe cierta confusión entre chirivías y zanahorias en la literatura de la época.
Fue muy popular en la mayoría de los hogares en Europa y una fuente de azúcar antes de que se conocieran los azúcares de caña y remolacha. Esta hortaliza fue introducida en América a principios del siglo XVII, y ocupaba el lugar que comúnmente tienen reservadas las patatas hoy en día, luego a mediados del siglo XIX fue reemplazada por estas y por lo tanto menos cultivada.
Las chirivías se comían a menudo durante la tradición cristiana de la Cuaresma y se consideraban un buen sustituto de la carne durante los tiempos de ayuno.
Aunque son populares durante el invierno en América del Norte, las chirivías se consumen más en el norte y este de Europa y en el oeste de Asia.
Usos de la chirivía en la cocina
Las chirivías se pueden hervir, hornear, cocer al vapor o usar en purés, guisos y sopas.
Asada se considera una parte esencial de la cena de Navidad en algunas partes del mundo de habla inglesa y, en el norte de Inglaterra, se presenta con frecuencia junto con las papas asadas en el tradicional Sunday Roast.
Puedes hervirlas y triturar como papas. También las puedes rebanar y freír como una especie de «chips». En guisos, las chirivías cortadas en rodajas, al igual que las zanahorias, son un buen acompañamiento para los platos a base de carne guisada.
Las chirivías las puedes encontrar en mercados de agricultores y en algunos supermercados. Al comprar opta por chirivías pequeñas o medianas, las grandes suelen ser más fibrosas. Busca las de piel tersa, firme y sin picaduras o marcas marrones. Si está blanda y se dobla fácilmente no está fresca.
Almacena la chirivías sin lavar en el refrigerador envueltas en una bolsa de plástico, como lo harías con las zanahorias, y durarán hasta por dos semanas. Las chirivías cocidas se mantendrán hasta por tres días en un recipiente hermético en el refrigerador.
Propiedades y beneficios
La chirivía es más rica en vitaminas y minerales que su pariente más cercano, la zanahoria. Es particularmente rica en potasio con 600 mg por 100 gramos. También contiene fósforo, calcio, sodio y vitaminas A, B y C. Es una buena fuente de fibra dietética y ácido fólico.
Su consumo puede traer numerosos beneficios. Es importante decir que contiene numerosos antioxidantes, cuenta con propiedades anticancerígenas, antiinflamatorias y antifúngicas.
La chirivía contiene fibra dietética soluble e insoluble y también celulosa, hemicelulosa y lignina. La fibra ayuda a prevenir el estreñimiento y reduce los niveles de colesterol en la sangre.
Esta hortaliza se puede introducir en regímenes dietéticos, sin embargo se debe limitar su ingesta a personas con diabetes mellitus tipo 2, personas con hipertrigliceridemia y personas obesas.
La manipulación de los tallos y el follaje puede causar una erupción cutánea si la piel se expone a la luz solar después de la manipulación, por lo que se debe hacer con guantes.
Valores nutricionales por 100 g
- Energía 75 kcal
- Carbohidratos 18g
- Azúcares 4.8g
- Fibra dietética 4.9g
- Grasas 0.2g
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