Estas esponjosas rosquillas de anís fritas son una antigua receta española que se prepara tradicionalmente durante el período de Semana Santa.
Es un postre muy sencillo de preparar. Los ingredientes que necesitas son muy comunes, y seguro los tienes todos en tu casa: huevos, aceite, azúcar, harina, levadura y anís. Además hay que amasar muy poco.
No tendrás dificultad en prepararlas y te van a encantar a ti y a tus invitados.
Receta de rosquillas de anís paso a paso
Ingredientes
- 100 g de azúcar
- 1 huevo grande
- Una pizca de sal
- 50 ml de aceite
- ralladura de 1 limón
- 30 ml de licor de anís
- 350 g de harina para todo uso
- 8 g de levadura en polvo
- 1 cucharadita de semillas de anís
- Aceite de girasol para freír
- Azúcar para rebozar
Elaboración paso a paso
- En un tazón grande añade el azúcar, el huevo, la sal, el aceite, la ralladura de limón y el anís dulce, mezcla muy bien con una varilla hasta que los ingredientes se integren.
- Poco a poco, añade la harina tamizada con la levadura y las semillas de anís. Utilizando la varilla, mezcla bien hasta obtener una masa blanda y elástica, que ya no se pegue a los laterales del bol.
- Pasa la masa a la mesa de trabajo espolvoreada previamente con una ligera capa de harina, amasa y forma una bola, debe quedar blanda y suficiente maleable. Tapa con un paño y deja reposar 30 minutos en el refrigerador.
- Pasado el tiempo, comienza a dar forma a las rosquillas, para ello debes tomar porciones de masa en tus manos, hacer unas bolitas y sobre una superficie ligeramente enharinada enrollar dando forma de cordón, luego une los dos extremos.
- Una vez hechas todas las rosquillas, calienta suficiente aceite en una sartén a fuego medio y fríe por cada lado hasta que estén doradas.
- A medida que las rosquillas estén doradas, retira de la sartén y colócalas en un plato forrado con una toalla de papel para quitar el exceso de aceite, y estando aún calientes pásalas por un plato con azúcar y reboza.
- Una vez frías guarda en un recipiente hermético, durarán varios días.
Notas
- Añadir un poco más de harina hará la masa manejable, pero no te pases, el exceso provocará que las rosquillas queden secas.
- Puedes aromatizar el aceite con unas cáscaras de limón, las cuales debes colocar en el aceite a temperatura media baja unos minutos y luego retirarlas antes de comenzar a freír las rosquillas.
- Las rosquillas se fríen a temperatura media para que no se quemen y además no queden crudas por dentro. Si el aceite está muy caliente se quemarán por fuera y si está frío, quedarán demasiado aceitosas.
Cómo comer las rosquillas de anís
Puede servir las rosquillas de anís en una bandeja y que cada quien las disfrute a su antojo. Lo ideal con estas rosquillas es comerlas junto a alguna bebida: una taza de café, un chocolate caliente delicioso o incluso una bebida achocolatada fría.
También pueden acompañar una taza de tu té favorito.
Si las serviste en una mesa para compartir con otras personas, puedes también poner algunas galletas o polvorosas para que tus invitados se deleiten con diferentes delicias culinarias.
Por supuesto, también funcionan como postre casero luego de una comida principal.
Cómo conservar las rosquillas de anís
Si las guardas en un envase hermético a temperatura ambiente, en un lugar donde no pegue mucho calor, podrás comer tus rosquillas durante los siguientes 5 días, aunque seguramente se te van a terminar todas mucho antes.
No las metas en la nevera porque se pondrán duras y perderán su textura tan exquisita.
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